Artículo publicado por Carmen Prada

 

Desde bien pequeños estamos acostumbrados a escuchar continuamente “no se puede”, “ten cuidado”, “no lo hagas”, “no vas a ser capaz”, “te vas a caer…” Estos mantras con el paso de los años llegamos a interiorizarlos y aplicarlos a la mayoría de las cosas por defecto. Nacemos, crecemos, maduramos teniendo como pauta de conducta lo que hemos asimilado, no podemos. Ese mensaje tan negativo tiene consecuencias…

Cuando uno toma una decisión, tiene una iniciativa, emprende algo nuevo, transmite una idea original, pretende un proyecto ambicioso… las primeras respuestas que te encuentras son “eso es imposible”, “no te compliques”, “es una locura…” En definitiva, otra vez un ¡no puedes!

Exactamente, ¿esto qué significa?, ¿que no puedo hacer realidad mi sueño? ¡Me río!

 

En la mayoría de las ocasiones, ni se pide información precisa antes de opinar, simplemente se hacen comentarios para echar por tierra los sueños y proyectos, muchas personas que nos rodean son expertas en esto, y por motivos diferentes, algunos malintencionados como la envidia, otros no, como el miedo.

 

Estas palabras pueden llegar a hacer mucho daño y ser muy destructivas si las ideas no se tienen claras, si la personalidad tambalea, si las dudas invaden y hay demasiados interrogantes. Al final tu mente solo termina encontrando por respuesta el no, no, no… y lo peor de todo, es que estas personas inseguras acaban por desistir de sus sueños porque “otros” se apropian de sus decisiones.

Después de que nos resuene en la cabeza continuamente la palabra imposible, nosotros mismos lo interiorizamos y nos lo creemos. Hemos crecido con continuos temores condicionando nuestra vida, y en ocasiones casi agradecemos que nos animen a no proseguir, nos sirve como excusa perfecta porque no somos valientes.

Lo fácil es una retirada, olvidar tus sueños, echar a un lado tus proyectos, desechar tus metas, porque eso parece más sensato que arriesgarte y que te llamen loco. ¿Loco por qué? Porque crees en ti mismo, y no necesitas el visto bueno de nadie, porque te arriesgas sin dejarte condicionar por la gente que no cree en tus posibilidades, porque prefieres tropezar y caer en el camino antes que ni siquiera arrancar. Porque al final la vida nos hace aprendices de nuestros fracasos y también de los éxitos. ¡Loco porque sencillamente crees en ti!

 

Séneca nos enseñó que “no nos atrevemos a muchas cosas porque son difíciles, pero son difíciles porque no nos atrevemos a hacerlas”.

¿Por qué etiquetarlas como difíciles? ¿Por qué dejamos que otras personas decidan por nosotros?

Eso sí, ten en cuenta que cuando tus expectativas no se cumplan, te recordarán que te lo dijeron, que estaba claro, te tratarán de loco suicida y escucharás un montón de tonterías, pero si no lo intentas, quizá nadie te diga nada, pero sabrás en tu fuero interno que has sucumbido a la peor tentación, la de no atreverte, y quizá esa amargura sea peor que escuchar bobadas.

Todos tenemos en nuestro interior un duendecillo que de vez en cuando aparece y nos habla, y habitualmente no lo hace para bien, todo lo que puede ser positivo nos lo muestra negativo, nos recuerda que no valemos… ¿Pero sabéis algo? Todo lo que soñamos, todo aquello en lo que nos queremos proyectar, lo podemos hacer realidad tapando la boca a ese duendecillo y a todos aquellos que por defecto nos den su opinión sin habérsela pedido.

 

Vayamos a por nuestros objetivos, rompamos con las malas costumbres arraigadas y hagamos oídos sordos a las voces paralizantes con las que hemos crecido, mostrémonos a nosotros mismos todo el potencial que tenemos, y quizá nos sorprendamos haciendo cosas que nunca pensamos antes llegar a realizar.

 

La siguiente frase no es de ningún grande del pensamiento o de la literatura, es de mi humildísima cosecha, pero me la ha tatuado la vida, la experiencia y el seguir soñando, porque sin ello me faltarían motivos para seguir adelante.

 

“Sacrifícate unos pocos años haciendo lo que otros no están dispuestos a hacer, si quieres disfrutar el resto de tu vida como otros nunca podrán”

 

 

 

 

Carmen Prada | Consultora de Desarrollo Personal y Profesional

Imagen, Pinterest.es

Si te gustan mis escritos no dejes de compartirlos, todos ponemos nuestro granito de arena.

One thought on “¡Mete la directa sin distracciones!”

  1. totalmente cierto Carmen, pero en ese camino de realización de nuestros sueños debemos escoger y seleccionar a que prestar más atención. Y tu propia frase, una autentica reflexión de vida. Gracias por esta entrada, un fuerte abrazo

Responder a María Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Call Now Button